Sangre que brota, dentro de este cuerpo deforme que para lo único que sirve es para lamentarse,
Sangra infiernos de imágenes dramáticas donde los suicidas son adolescentes cansados.
Supura esperma que trague infinitas veces, hasta que me llene de otra vida que no sea la mía, hasta que el sabor seco me zurza la garganta y deje de sentir que soy la puta bastarda que ocupó un cuerpo que no tendría que haber nacido.
Me trago todo el esperma para evitar que nazcan vidas que no deben nacer.
Soy la justiciera del semen maldito.
31/1/04
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